Mauricio Pimentel, quien dirige esta puesta en escena, planteó la construcción del montaje desde el lenguaje de la máscara y asimismo el de los personajes.
Fundamentalmente, los personajes se crearon mediante dinámicas de improvisación, cimiento importantísimo para el proceso, y se fueron afinando a través de lecturas de exploración y análisis del texto.
Tras este trabajo, el montaje concreto de la obra sobre la escena se fue dando de manera natural y fluida, ya que la máscara del personaje estaba viva.
Los tres fuereños que viven esta aventura (el Búho, el Águila y el Ruiseñor) fueron trabajados desde la gestual. Don Eladio. Ensayos |
Don Eladio. Función |
Ruiseñor, Águila y Búho. Ensayos |
Búho, Ruiseñor y Águila. Función. |
Los personajes que conforman el pueblo de “Quecholatlan” partieron de la misma exploración.
Habitantes de Quecholatlán. Ensayos |
Habitantes de Quecholatlán. Función. |
Con eso en mente, fuimos a Tocuaro, Michoacán, un pueblo donde la artesanía local es la construcción de máscaras. Ahí pudimos ver que estos artistas logran plasmar en delicadas y finas tallas de madera animales, demonios y rostros maravillosos. Esto fue lo que nos sedujo y convenció de que tenían que ser estas máscaras desde donde hablaran los personajes del pueblo de “Quecholatlan”, y formaran parte de esta historia: El Yeitotol.
Máscaras de Tocuaro
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