"El Rocinante" viaja llevando teatro a los pueblos del estado de Michoacán.
Te invitamos a conocer nuestra experiencia y trabajo teatral con las comunidades.
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Cuentan por ái los romances

de un corcel metalizado
que en los pueblos anda en lances
¡y quesque se arma en tinglado!

Las gentes, con tal asombro
ante rocín tan gitano,
como a su primo troyano
se vuelcan hombro con hombro,
y se hallan dentro´el corcel
en tan magnífico teatro
que dicen que es “por encanto”
no quererse salir dél.

Rocinante, fiel amigo:
De albergar artes no te hartes.
Lleva el Teatro a todas partes,
a quienes no lo han tenido.
Y que las gentes te vean
con tus tramoyas y ruido
al aire como banderas
¡cumpliendo tu cometido! *

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viernes, 17 de septiembre de 2010

Un poco de los procesos de montaje... PETATAMI

Espartaco Martínez es invitado por el Centro Dramático de Michoacán como director del espectáculo callejero que lleva por nombre Petatami

Espartaco Martínez
Espartaco es uno de los egresados de la Casa del Teatro que a lo largo de su carrera se ha inclinado por formas escénicas dancísticas como la danza Butoh y que hoy forma parte de una de las compañías de danza japonesa más representativas de la Danza Butoh, en Japón.


PETATAMI


Petatami surge de la inquietud de expresar a través de un leguaje corporal como la danza Butoh signos y formas como la vejez, el miedo, la inmovilidad, la vida y la muerte. Se apuesta a que las comunidades más retiradas y marginales de Michoacán tengan acceso a formas de expresión contemporáneas mediante el proyecto Rocinante.

El proceso...
El primer encuentro que tuvimos como compañía del CEDRAM fue para comenzar el montaje de Petatami, y aquel día, a falta de espacio, trabajamos en el patio de la casa de unos compañeros; un enorme jardín con pasto verde. La cita era a las diez de la mañana para presentar los 7X7 mts de petate sobre los que trabajaríamos como piso. Los montamos y comenzamos sobre ellos el entrenamiento, en el que había que probar giros, rodadas y vueltas de carro. Todo aquello terminó en mareos e insolación y después de grandes esfuerzos por seguir con el entrenamiento, no pudimos ocultar la verde palidez que padecimos bajo aquel sol de las dos de la tarde.
El tiempo que tuvimos para montar Petatami fue de  dos semanas. Nos impusimos un calendario cerrado y de trabajo diario. 



Un día  montando Petatami era más o menos así:

10: 00 am:
Calentamiento con trote y Jumping.

10: 30 am
 Entrenamiento a partir de técnica de Danza Butoh.
 Marchas.
 Posturas de preparación.
 Trabajo sobre premisas del montaje.

11: 30 am
Revisión de coreografía por separado.

12: 30 pm
Estudio de secuencia rítmica con los pies acompañados por saxofonista.

1:00 pm
Corrida de obra Petatami

5:00 pm
Revisión de coreografías por separado.

6:00 pm a 8:00 pm
Corridas de la obra Petatami.



Función de Petatami en el exconvento de Tzintzuntzan
(de espaldas, Espartaco Martínez, director del espectáculo)

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